Como habrás notado, en muchos lugares hay programas de recompensa con los que puedes ir acumulando puntos por cada compra que hagas. Esos puntos sirven para ser canjeados por un producto dentro de un catálogo. Generalmente, este tipo de programas están enfocados en generar fidelidad hacia una empresa específica.

 

¿Por qué dar puntos en vez de dinero en efectivo?

Hay varias razones por las que un programa de puntos es mejor (y te conviene más) que dar dinero en efectivo. La primera tiene que ver con la estructura de estos programas; por cada compra tienes que fijar cuántos puntos darás, pero esa compra debe ser de una cantidad mínima específica. Si lo que dieras fuera dinero en efectivo o la devolución de una parte del total, es muy probable que el monto parezca muy bajo. Por ejemplo, si por cada $100 dieras $10, para el cliente podría sonar poco o incluso, ridículo, a pesar de ser el 10% del total -cosa que para tu negocio sería bastante.

Si, en vez de esto, das puntos, la cantidad -que fijarías tú dependiendo de tus objetivos particulares y el tiempo en que quieres obtenerlos- no parece tan baja. ¿Por qué? Hay varios motivos: uno, que los puntos no son equiparables 1 a 1 con el dinero; esto hace que la percepción sobre los puntos cambie. Otra, es que estos son acumulables sin que el cliente tenga que hacer algo más que lo que ya hace: comprar tus productos. Al final del día, pierde importancia cuánto vale un punto porque al juntarlos se pueden cambiar por otros productos. Es como si invitaras a tu cliente a comprar sin gastar.

Otra razón por las que los programas de puntos convienen tiene que ver con los impuestos. Los productos que están involucrados en una transacción de compra-venta, en su gran mayoría, están tasados. Es decir, ya sea tú o tu cliente, o ambos, tienen que pagar un impuesto por adquirirlos. Con los puntos, esto no sucede porque no es tal cual una transacción de este tipo, sino, más bien, un canje. Los puntos no son dinero, así que los impuestos no pueden comportarse igual cuando los usas.

 

La libertad de elegir

Y, finalmente, este tipo de programas le da una sensación de libertad al cliente porque le permite elegir -dentro de un catálogo aprobado por ti- qué quiere a cambio de sus puntos. Esto provoca que las personas acudan con más frecuencia o que elijan tus productos en vez de los de otras marcas con el incentivo de acumular más puntos y canjearlos por lo que quieran.

Estas son algunas de las razones por las que un programa de puntos es conveniente y efectivo como parte de una estrategia para que tus clientes sean fieles seguidores de tu marca.