Cada que una nueva generación llega a la adolescencia, es común encontrar artículos con encabezados como “La rebeldía de la generación X”, “Los rasgos más importantes de la generación Y” o “Los millennials y su apatía laboral”. Claro, son encabezados llamativos, que ofrecen respuestas un tanto morbosas y se popularizan rápidamente gracias a su contenido sensacionalista.
Sin embargo pocos son serios. La mayoría dependen de un lenguaje colorido y un uso irresponsable de términos como “generación” (olvidan los componentes geográficos y sociales así como la flexibilidad del término), además de interpretaciones pobres de datos estadísticos y estudios socioeconómicos y culturales, que caen en sesgos graves.
La realidad es que sin una metodología formal y sin recurrir a fuentes confiables (es decir, académicos que hagan los estudios), es mala idea sacar conclusiones. Es incluso peor tomar como válidas las aseveraciones de blogs y medios poco serios como fundamento para decisiones de recursos humanos como: contrataciones, evaluaciones, programas de incentivos y políticas que afecten el clima laboral, como son las distribuciones de espacios en una oficina.
Casi todo lo que has leído sobre los millennials es un mito
Más allá de que sí, tienen entre 20 y 35 años, viven en ciudades y tienen un acercamiento con la tecnología de nivel nativo o de migración a temprana edad, lo demás es algo que no deberías de creer más allá de como mero entretenimiento.
Por ejemplo, es falso que sean una generación de apáticos irresponsables o de que el compromiso les sea ajeno. Simplemente es suficiente observar que esas conductas son comunes a cierta edad en todos los humanos (usualmente la adolescencia) y que el compromiso no está ausente, solo se refleja de formas diferentes. ¿La razón? Tanto en lo laboral, como en el consumo de bienes y servicios, hay más opciones entre las cuales elegir.
Otro gran mito es que quieren que todo marche según sus preferencias. La realidad es más compleja: todos, sí todos nosotros, tenemos un mejor acceso a la información y a la tecnología que hace 10 o 20 años. Y en 5 años más sucederá lo mismo y el incremento no parará.
La realidad
Con más información y mejores redes de contactos, es posible tomar mejores decisiones. Claro, hay personas con 1 año de experiencia laboral que llegan a un nuevo trabajo y creen tener la capacidad de cambiar y mejorar todo, y exigen a recursos humanos un trato especial.
Personas así han existido siempre y no es una cuestión generacional. Además, tengamos en cuenta que los millennials han experimentado la peor crisis económica del siglo (y según algunos tan significativa como la de 1929) antes de empezar a trabajar o en sus primeros años laborales. Por tanto, es común que busquen cierta seguridad, jugar bajo sus reglas (hasta donde les sea posible) y además han enfrentado condiciones laborales y de vida peores que las de generaciones anteriores.
Las políticas de recursos humanos y los procesos de contratación deben tomar esto en cuenta para entender cómo acercarse a los millennials y cómo la información más popular sobre ellos (egoísmo, prepotencia, individualismo) son errores de percepción y en otros casos, producto de las circunstancias.