Al hablar de rotación de personal, muchos profesionales de recursos humanos lo ven como ese dolor de cabeza que significa pérdida de talento humano y largos procesos de contratación. Si bien hay formas de que los procesos para hallar nuevos trabajadores sean más sencillos, ágiles y con ahorros, hoy tenemos pensado hablar de algo más: la rotación interna del personal.
Cuando hablamos de conseguir clientes, se hacen programas de lealtad, se otorgan experiencias personalizadas y más para mantener una relación duradera y generar ventas, mas no siempre se tiene el mismo cuidado con los empleados. Conocemos la psicología del consumidor, pero no siempre la de nuestros colaboradores.
Se invierte mucho tiempo, dinero y esfuerzo en encontrar talento humano de valor. A cada quien se le hace una prueba psicométrica, una o más entrevistas y evaluaciones, además de lo necesario para la capacitación. No obstante es común que después de cierto tiempo, quienes creíamos que estaban contentos como parte de nuestro equipo se van de la compañía y es momento de que recursos humanos vuelva a buscar a alguien más y el proceso se repita.
El liderazgo fuerte y ejemplar es clave para conservar a un equipo en forma y, si bien las salidas de personal son inevitables, se pueden reducir. Una forma es mediante un buen clima organizacional y programas de incentivos. Otra es con promociones basadas en méritos que impulsen al crecimiento y desarrollo profesionales, con lo cual no se percibe un estancamiento.
El desempeño laboral es uno de los asuntos prioritarios de cada líder y de los responsables de recursos humanos. Por tanto otra forma de crear un semillero de líderes y formar al equipo de trabajo de manera integral es con programas de rotación interna.
De acuerdo con Forbes, estos programas de rotación interna en los que un nuevo trabajador pasa por al menos tres áreas, son una manera de atraer y conservar a los empleados de nuevas generaciones (entiéndase, a los millennials). Claro, deben de diseñarse de manera que aprovechen las capacidades y potencial de las personas involucradas. Si se ven como un gasto, se dejarán pasar grandes oportunidades.
