“El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro” Benjamín Franklin.

Producto, Precio, Plaza, Promoción. Las famosas “4 P” de la mercadotecnia, también conocidas como la mezcla de mercadotecnia, son el pilar del mercadeo. No puede existir un plan estratégico de marketing sin que estén incluidas en el mismo. Una vez que ya tenemos el producto que queremos vender e introducir en el mercado, es muy importante escoger el precio correcto.

Esto nos lleva a plantearnos varios escenarios. ¿Fijaremos nuestro precio con base en el costo de nuestro producto? ¿Lo haremos según el precio de nuestra competencia en un producto igual o semejante? ¿Nos basaremos en la percepción de la gente? ¿O tomaremos en cuenta todas las variables previamente establecidas?

Fijar el precio es parte fundamental para la vida de nuestro producto, por lo que hemos establecido hasta ahora el proceso para hacerlo no es tan sencillo como parece o como decir, “súbele un 50% al costo y sácalo al mercado”. El precio le va a decir a nuestros clientes gran parte de la estrategia que estamos siguiendo para el mercadeo de lo que ofrecemos.

Dentro del plan estratégico debemos de definir si nuestro objetivo es tener el precio más bajo en el mercado o si el valor o la percepción que vamos a tener es alta por lo que podemos fijar un precio más elevado.

Los mercadólogos más metódicos siempre utilizan herramientas para estar seguros de tener el precio correcto de su producto y realizan estudios de mercado o investigación de mercado. Esto es definitivamente una forma importante para determinar las políticas y estrategias a seguir en una efectiva estrategia de mercado.

Mediante esta investigación conoceremos con mayor precisión las variables que previamente establecimos para determinar el precio correcto de nuestro producto. Escogeremos cuidadosamente a la gente a la que le queremos dar nuestro producto y le preguntaremos si el precio que pondremos es aceptado.

La metodología para hacer esto es importante: las personas que escogimos deben de ser consumidores de otros productos semejantes que hay en el mercado. Debemos averiguar si ese producto llena las necesidades de las personas, si el costo beneficio es el adecuado, si estarían dispuestos a pagar más dinero por algo mejor o si son leales a una marca y ningún producto, incluso si cubre las mismas necesidades de mejor forma, evitará que sigan comprando el que prefieren por la marca.

Es momento de sacar conclusiones para escoger el precio correcto de nuestro producto. Por lo que hemos revisado debemos establecer un plan estratégico adecuado en el cual definamos de manera cuidadosa las políticas para establecer nuestro precio, según un estudio de mercado detallado y eficiente.

Eso nos acercará más al éxito en la penetración de mercado que tendrá nuestro producto. No se trata de dejar las decisiones al azar, ni a la teoría del menor esfuerzo. Debemos que trabajar. Nos vemos el próximo mes.