¿Son malas las pruebas psicométricas? No, pero tampoco es malo por sí mismo usar publicidad en TV. No obstante en ambos casos hay evidencia clara de que no son las mejores opciones hoy en día y que existen alternativas que arrojan mejores resultados y, con ello, dan mejor rendimiento a las inversiones de las organizaciones.
En el caso de los procesos de contratación, las pruebas psicométricas más populares tienen varias décadas de antigüedad y por su parte, las más nuevas son experimentales y es difícil confiar en ella cuando no han sido sometidas a estudios exhaustivos.
Además, las más usadas son las pruebas psicométricas que la mayoría de las personas que han pasado por algún proceso de selección o reclutamiento de personal, ya conoce. Esto genera un sesgo potencial en los resultados y disminuye la confiabilidad y utilidad de los exámenes psicométricos.
Alternativas viables
Los exámenes de perfiles son un ejemplo de alternativas ante las herramientas tradicionales, que ya han sido probados, son más actuales y no caen en un límite de resultados. No sólo sirven para conocer aptitudes de los candidatos o aspectos de su personalidad. Es posible saber si tienen tendencias a caer en comportamientos deshonestos o de riesgo para la empresa.
Lo mejor es que no son pruebas generalizadas, sino que cada empresa puede evaluar los aspectos clave que más le interesan y priorizar con respecto a algunas áreas de incidencia, por encima de los demás. Por si fuera poco, en lugar de requerir 1 o 2 horas para su aplicación, los candidatos pueden responderlas en menos de 25 minutos, lo cual agiliza el proceso, ahorra tiempo y dinero, además de facilitar al área de recursos humanos su labor.
Los resultados deben añadirse a lo que se descubrió durante la entrevista de trabajo, para así tomar la mejor decisión. Dichas entrevistas necesita ser objetivas y dejar fuera cuestiones como recomendaciones de amigos, así como corazonadas sobre los candidatos. Hemos hablado más de eso aquí y aquí.
Las contrataciones son la base sobre la que se forma la organización y todo el talento humano que a ella llega. Es indispensable darle más seriedad al proceso y renovar los aspectos deficientes del mismo. Así llegarán nuevas personas a la organización, cuyos valores estén alineados con los de la empresa; quienes tengan afinidad con el resto de sus nuevos compañeros y todo esto sin olvidar su capacidad para desempeñar las actividades de sus respectivos roles.